Aleteos
Hay ángeles impíos.
Llegan, aletean alrededor
besan y se esfuman
Y uno se queda pensando
si fue ilusión, delirio
o fiebre de influenza,
o si sólo era el triste deseo
de sentirse querido
Sólo queda, como cada veintiocho
días
mirar la naciente luna a la espera
de pillarle en algún descuido,
bien para reprender el furtivo beso
bien para agradecerle el atrevimiento
A fin de cuentas
qué es nuestro tiempo,
sino voraz fuga
Llegan, aletean alrededor
besan y se esfuman
Y uno se queda pensando
si fue ilusión, delirio
o fiebre de influenza,
o si sólo era el triste deseo
de sentirse querido
Sólo queda, como cada veintiocho
días
mirar la naciente luna a la espera
de pillarle en algún descuido,
bien para reprender el furtivo beso
bien para agradecerle el atrevimiento
A fin de cuentas
qué es nuestro tiempo,
sino voraz fuga
Comentarios